Descripción
Los vecinos de la zona Sur expresan su preocupación porque últimamente la Alcaldía ni siquiera cuenta con la ayuda de la Policía para frenar invasiones.
"La Alcaldía no puede contar ni con ayuda de la Policía, que podría desalojar por la fuerza. Hoy, para tener el apoyo policial, se precisa orden fiscal o judicial de sentencia, que sólo se obtiene tras un juicio”, reclama Antonio Obando, dirigente de Irpavi.
Por esa razón, los vecinos decidieron organizarse para frenar a los avasalladores, informa el presidente de la Junta vecinal San Miguel, Ernesto Villarroel.
"En San Miguel también sufrimos avasallamientos. El último que se presentó fue en plena Montenegro. Fue muy sufrido, porque los loteadores vienen como lobos, pero la junta, mancomunada con los vecinos de Calacoto, está recuperando las zonas invadidas”, indica .
La junta de San Miguel habilitó un correo electrónico (vecinosdecalacoto@gmail.com) "para que la comunidad pueda movilizarse para ir a expulsar a los invasores”.
Villarroel explica que la organización de los vecinos comenzó con la publicación de un boletín a finales de 2013 y que alerta sobre "la situación de la zona”. De la misma manera procedieron los vecinos de Los Pinos, que se encuentran en emergencia.
Alcaldía no puede establecer derecho propietario.
Si bien la Subalcaldía de la zona Sur recibe denuncias de avasallamiento a propiedades privadas, ésta no puede definir el derecho propietario de los predios en conflicto.
"Recibimos denuncias de avasallamientos, invasiones y conflictos de derecho propietario, pero la labor que realizamos es de registro, control y prevención de infracciones a la normativa urbanística”, remarca Álex Bolívar, jefe de fiscalización predial de la Subalcaldía de la zona Sur.
Entre las competencias municipales no está establecida la atribución de determinar o definir el derecho propietario; "esa atribución le corresponde a Derechos Reales”, indica Bolívar.
El municipio puede iniciar procesos técnico-jurídicos por infracciones a la normativa urbanística provocadas por los avasalladores que realizan movimientos de tierra. Sin embargo, muchas veces la comuna se ve frustrada en esa tarea, porque los infractores aprovechan cualquier "descuido administrativo” para esquivar la ley.
***Los invasores vigilan zonas y portan papeles de propiedad.
Los avasalladores que asedian la propiedad pública y privada en la zona Sur estudian planimetrías, vigilan los barrios y, representados por supuestos abogados, portan fotocopias de documentos de propiedad para cumplir sus objetivos.
"Ingresan a los barrios a verificar áreas que en las planimetrías se ven como públicas y están abandonadas”, señala Antonio Obando, dirigente de Irpavi.
El dirigente añade que los avasalladores también se organizan para vigilar las zonas e identificar terrenos que se ven abandonados. "Verifican que el dueño no se preocupa; ingresan, cercan y no hay quién los saque”.
Guido Zambrana, vecino de Alto Següencoma, que fue víctima de estos loteadores, cuenta: "En mi caso, consiguieron fotocopias de los papeles de propiedad de mi terreno otorgados por Derechos Reales, les cambiaron el nombre y hasta pagaron los últimos impuestos. Lo que no pudieron fue tramitar el permiso de construcción”.
El jefe de la unidad de fiscalización predial de la Subalcaldía, Álex Bolívar, comenta que otros avasalladores se presentan como de exfundos o colonizadores con documentos ancestrales que demuestran su propiedad. "Dicen que sus familiares vendieron las tierras sin su autorización y reclaman derechos”. Otros presentan papeles de parcelas otorgadas por la Reforma Agraria.
Los loteadores también suelen contratar a grupos de personas para que se asienten en los lugares que identifican para cumplir sus objetivos de invasión, lo que dificulta e impide realizar alguna investigación.
"Cuando se los va a notificar, nos dan nombres falsos o directamente no dan ningún dato. Por eso muy difícilmente los procesos llegan a su fin”, dice Bolívar.
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