Descripción
Pese a que ayer por la tarde se efectuó una reunión entre los representantes de los barrios Santa Rita y Puerto Busch con funcionarios de la comuna en las oficinas de la Defensoría del Pueblo, los vecinos están expectantes y dicen que no abandonarán el lugar porque, según las notificaciones que tienen pegadas en sus viviendas, hoy deben ser desalojados del cordón ecológico del río Piraí.
Las familias asentadas en el área de protección de las riberas son 130, muchas de las cuales no tienen dónde ir de inmediato, por lo que esperan que la Alcaldía conceda un tiempo prudente para desalojar.
“Hubo un malentendido en esa notificación porque para pedir el desalojo hay una serie de plazos que se extienden más de un mes, no son solo 15 días como los vecinos han creído. Además, como ellos han mostrado la voluntad de abandonar el cordón se pueden dar otras soluciones”, indicó Antonio Rivas, abogado de la municipalidad.
Por su parte la vecina Juana Chayana considera que igualmente dos meses pasan rápido y no son garantía para que todos los afectados encuentren otro sitio donde vivir. “Tenemos a nuestros hijos en el colegio Gladys Rivero y al cambiarnos se pueden perjudicar porque no hay espacios en otras escuelas de la ciudad”, agregó.
El representante del Defensor del Pueblo, Hernán Cabrera, indicó que se vela por los derechos de los vecinos, pero también se cuida la naturaleza. “Pediremos al alcalde Percy Fernández que conceda más tiempo, hasta fin de año, para desocupar las casas que habitan actualmente”, manifestó.
Después de la invasión y tala de 67 hectáreas del cordón, la Alcaldía tiene previsto para hoy una reunión con los representantes del Searpi y la ABT para coordinar acciones.
Opinión de los vecinos
Néstor Correa, Barrio Santa Rita: vivo en la zona hace 14 años, me dedico a la jardinería siendo mi ganancia diaria Bs 30. La vida es dura para nosotros porque no contamos con electricidad ni agua, pero así, con nuestra presencia, cuidamos que no entren a lotear.
Federico Putaré, Barrio Santa Rita: Somos gente humilde, que nos ganamos la vida alquilando caballos y criando gallinas y unos cerditos. No cortamos ni un árbol por lo que somos los celosos guardianes del cordón. Muchas veces hemos sacado a gente malintencionada que quiere quedarse.
Elena Mobo, Barrio Puerto Busch: hace 20 años llegué acá a vivir con mis padres, soy ama de casa y me mantengo vendiendo heladitos y a veces hago patasca. Los vecinos cuidamos que no entren los cazadores que quieren matar a los monos y aves.
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